PERSPECTIVA DE GÉNERO:
SÍNTESIS DE SUS RAÍCES, ALCANCES Y
CONSECUENCIAS
1. ¿Qué se entiende por “perspectiva de
género”?
La perspectiva de género emerge como una
categoría de análisis de la realidad social y política a fines del Siglo XX y
comienzos del Siglo XXI. De contornos difusos y ambiguos, podemos decir que,
centralmente, supone una antropología que considera que lo femenino y lo
masculino son dimensiones de origen cultural en el ser humano, quitando toda
relevancia al dato biológico. De esta forma, la perspectiva de género sería una
clave de interpretación de la sociedad que pretende discernir y denunciar los
condicionamientos culturales que oprimen a la mujer y a su vez, que promueve
iniciativas para liberar a la mujer de esos
condicionamientos.
2. ¿Cuáles son las raíces de la “perspectiva de
género”?
Una visión dialéctica que sostiene que
la historia y la sociedad avanzan por la superación de los contrarios. En la
actual perspectiva de género, los que se contraponen son: la relación
hombre-mujer, la relación naturaleza-cultura, la relación sexo-género.
Un contexto de “revolución cultural” que
supone el desprestigio de la tradición, la “decadencia” de la razón, que ha
perdido su vinculación con la verdad y ha supuesto el apogeo de la voluntad y la
afectividad y la rebelión contra el orden social.
El marco de la globalización que tiende
a generar una cultura dominante y homogeneizante. En particular, en numerosas
Conferencias Internacionales el feminismo de género sostuvo la necesidad de
trasladar el centro de la atención de la mujer al concepto de género,
reconociendo que toda la estructura de la sociedad, y todas las relaciones entre
los hombres y las mujeres en el interior de esa estructura, tenían que ser
reevaluadas.
3. ¿Qué alcances tiene la "perspectiva de
género"?
Para esta perspectiva el progreso de la
mujer requeriría que se libere a toda la sociedad de las ‘construcciónes
sociales’ que puedan significar opresión de la mujer, de modo que el hombre y la
mujer sean iguales. Así, la perspectiva de género abarca diversas acciones entre
las que podemos mencionar:
Distribución de métodos anticonceptivos
en el marco de las políticas de salud reproductiva.
Campañas para garantizar a las mujeres
el acceso a un “aborto legal y seguro, sin restricciones”.
Legalización de la “esterilización” como
método anticonceptivo.
Actividades de capacitación y difusión
de la perspectiva de género, incluyendo campañas en los medios masivos de
comunicación social.
Acciones enfocadas a grupos considerados
de riesgo, entre los que se destacan las personas menores de edad, sin
garantizar la intervención de la familia.
Inclusión del “cupo de género” en los
distintos niveles de organización social y política.
Legalización de la unión de personas del
mismo sexo con pretensión de que sea equiparada al matrimonio y con posibilidad
de adopción.
En materia educativa estrategias de
intervención en los textos escolares en orden a la eliminación de todas las
visiones estereotipadas sobre hombre y mujer.
Transversalidad: Se promueve la
integración de las cuestiones de género en la totalidad de los programas
sociales, de tal modo que sea esta perspectiva el criterio de análisis y de
diseño de las políticas públicas.
4. ¿Cuáles son las consecuencias de la “perspectiva de
género”?
a) Cambio de eje: de la mujer al género:
La lógica asumida por la “perspectiva de género”, en tanto supone dar primacía a
las dimensiones culturales de lo femenino y lo masculino, ha terminado por mutar
el eje de las políticas públicas vinculadas con la mujer. En lugar de dedicar
tiempo y esfuerzo en el diseño de políticas que apunten al corazón de las
situaciones que las mujeres más están sufriendo, las políticas públicas y sus
elaboradores se distraen en consideración de temas que poco importan a la mujer
y que resultan extraños a los intereses genuinos de ella. Por ejemplo, en lugar
de “cupo femenino” se habla ahora de “cupo de género”.
b) Difusión de comportamientos
contrarios a la vida y a la familia: En el marco de las políticas públicas con
perspectiva de género se promueve la distribución de anticonceptivos, inclusive
abortivos, la despenalización y legalización del aborto y la esterilización. Se
trata de conductas contrarias a la vida y la familia que importan, también,
violaciones a derechos humanos fundamentales, como es el caso del derecho a la
vida.
c) Introducción de dinamismos de
conflicto en la sociedad: En lugar de ver a la mujer en el marco amplio de la
familia y la sociedad, se acentúan las diferencias y se confrontan sus derechos
con los del hombre, en una contraposición desconfiada y a la
defensiva.
d) Funcionalidad a intereses
estratégicos internacionales: La perspectiva de género se financian en su gran
mayoría con créditos externos de organismos internacionales que promueven
políticas de control poblacional que son presentadas bajo apariencia de
protección de los derechos de la mujer y su salud reproductiva y que, sin
embargo, avanzan sobre intereses estratégicos de los países y causan el
envejecimiento poblacional.
e) Daño en la identidad del niño: La
introducción de la “perspectiva de género” en materia educativa supone, ante
todo, una indebida intromisión del Estado en una materia que es propia de la
familia. Por otra parte, se está asumiendo como correcta una visión del ser
humano que prescinde de los datos biológicos y que por tanto, no se ajusta a la
verdad. Tal antropología no es inocua sino que puede producir graves daños en la
identidad de los niños y los jóvenes.
Fuente: FUNDAR, Servicio a la Vida,
7/11/2004